Vivir,
es vibrar cada instante, ante la emoción de percibir la maravilla de la creación que nos rodea.
Vivir, no es respirar, existir, vivir esta vida
como comunmente se dice ... Vivir realmente y plenamente es cuando conocemos al Señor, cuando comprendemos su inmenso
amor y el por qué de nuestra existencia,
el por qué de la vida. Vivir es entender que cada minuto que transcurre no volverá y que Dios los
ha regalado por razones superiores a nuestro entendimiento, es gozar intensamente cada uno de estos minutos
aprendiendo a los pies del maestro, saber que este minuto es valioso ahora y aunque pasará a formar parte del tiempo
pasado y sabemos que ha quedado en el ayer, fue en el ayer en que sembramos para el Reino de Dios el cual formará
el cristiano de futuro.
Vivir, es saber dar lo mejor de nosotros al Señor y a los demás, es vibrar en la bondad de
Cristo y llevar a su máxima expresión nuestra capacidad de ser a su imagen
cuando sometemos nuestro yo, nuestro ser y cada segundo de nuestra existencia al Señor.
Vivir, es gozar los momentos
bellos que Dios nos ofrece y desarmar al enemigo con la fe en Dios ante todas las adversidades.
Vivir,
es aprender mas cada día en la sabiduría de la palabra viva y eficaz, es evolucionar, crecer espiritualmente,
dejarnos cambiar para bien por el Espíritu Santo del Señor para hacer de nosotros un ser mejor que ayer, un ser que
justifica su existir ante su maestro.
Vivir, es amar intensamente al Señor, demostrar el amor de Dios a nuestras
familias y amigos a través de una palabra sabia, de una caricia, es escuchar en silencio
la palabra del ser amado, es perdonar sin replica una ofensa, es buscar la presencia del Señor para compartir con el ser
amado, es besar con perdón a quien nos ama y perdonar a quien nos odia.
VIVIR COMO CRISTO ES..
Darlo todo sin esperar nada, es...
Contemplar
apaciblemente la alegría de un niño, escuchar al adolescente aceptando sus inquietudes sin disculpas
y prestarle nuestra ayuda y consejo, acompañar al anciano/a con gratitud al Señor por esta oportunidad y con amor verdadero en
el corazón en su soledad de la ancianidad.
Vivir, es comprender al amigo ante la adversidad y aunque se tengan
mil argumentos para contradecirlo o justificarlo, finalmente solo escucharlo, es tener la capacidad de regocijarme ante
sus triunfos y realización y sobre todas las cosas es presentarles al Señor que todo lo puede.
Vivir
es sentir que nuestro existir no fue vano y en la medida en que nos atrevamos a dar lo mejor de nosotros en cada momento,
logremos manifestar la grandeza de Dios que engrandezca nuestra alma para amar más.
Vivir es amar al Señor y
sentir agradecimiento por su amor para con nosotros, es amar a Dios y a los demás y gozar ante su inmenso amor
y sabiduría, es observar su majestad y superarnos ante ella, es dar sin esperar, es aceptar, es comprender que nuestro
tiempo es lo único que poseemos para realizar plenamente todo lo que Dios nos encomienda dando todo nuestro
ser al Señor.
|